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miércoles, 31 de enero de 2018

2016 AGUJEROS, ESTRELLAS Y GUIJARROS



Que no es tanto la vida el cauce de un río
como las piedras que a su paso pulen las aguas.
Piedras y guijarros que suman la cuenta del paso de los días. 
Memoria de vida grabada sobre piedra.


Río. 2015
Hilario Bravo
Lápiz, collage y fuego
89 x 116 cm.

Un agujero practicado a un plano, un simple vacío
ante el que caer de rodillas,
no con la oficiosa aparatosidad de quien se humilla ante un altar, 
sino como quien cae rendido ante la visión del cielo nocturno del verano 
y ante la incomprensión del destino último del universo.


Río. 2015
Hilario Bravo
Proceso de elaboración

Paseando la vida por fresco arroyo
que el destino en su cauce va sembrando
con agujeros, piedras y guijarros.


Agujeros y guijarros
2016
Hilario Bravo
Óleo, carboncillo y collage sobre tela
55 x 46 cm



TRÍPTICO DE FREYA
Compuesto por tres piezas –estelas inspiradas en los caracteres rúnicos— el Tríptico de Freya rinde culto a la más venerada diosa de la Europa nórdica, una de las deidades más polivalentes y completas de toda la mitología ya que asume en sí misma los atributos de belleza y amor; de fertilidad, vegetación y buenas cosechas; de la magia y la profecía, de la riqueza y la curación, pero también de la muerte y la guerra. 
Esta deidad nórdica asume pues, para sí, los papeles que, en la Grecia antigua, desempeñarían Afrodita, Deméter, Casandra, Yaso, Perséfone y Palas Atenea.
El panel izquierdo "Et tamen stellae (Y sin embargo, las estrellas)", el panel central "In oculis lux (En los ojos la luz)" y el panel derecho "Ubi est? (¿Dónde está?)" son títulos que intentan perfilar y responder a los citados atributos, mientras la unidad que supone el juego de estrellas -que conforma la zona inferior de la obra- recuerda una entrelazada cadena del mundo femenino.

Runas VIII, IX y X (Tríptico de Freya)
2017
Hilario Bravo
Óleo, carboncillo, collage y pan de oro sobre tela
125 x 54 cm (c/u)


Estrellas y guijarros, II
2016
Hilario Bravo
Collage y pan de oro sobre tela
46 x 46 cm











martes, 23 de enero de 2018

2018 TABULA COELI

TABULA COELI
Cora Ibáñez

Hilario Bravo no es un artista al uso. Es un filósofo que expone sus sentimientos en un lienzo y nos lo devuelve impregnado con las fuerzas del cosmos.
Sus obras se definen como finas conversaciones entre el lenguaje de la poesía y la imaginación más colorida que nos regala el orbe.

Pequeño sistema, IV
Hilario Bravo
37 x 21 cm.
Collage y pan de oro sobre tela

La colección que hoy nos presenta, “Tabula Coeli”, es un conjunto de obras de arte rodeadas de luminosidad, que forman parte de un cuaderno de Bitácora, “Cronología de un vacío”, que el autor lleva escribiendo desde hace algún tiempo.
Hilario es un artista de mucho recorrido y variados registros. Nos relata la leyenda del espacio infinito mostrándonos un firmamento lleno de formas semiesféricas que nos representan los misterios de las estrellas escondidas, creando con su luz la fusión nuclear. Es una exposición de formas y conceptos naturales que se mezclan en el equilibrio del color como si la paradoja de Olbers nos devolviera la ilusión de poseer un universo estático e infinito repleto de luminiscencia y carente de regiones oscuras. Esas mismas que le influyen para crear una bóveda prístina impregnada en arte. 


Pequeño sistema, VII
Hilario Bravo
37 x 21 cm.
Collage y pan de oro sobre tela


Hilario Bravo nos acerca a la visión de este plasma incierto e imprevisible en su continuo descubrimiento de las intenciones humanas y en la inquietud diversa de solucionar el campo gravitatorio que formulan sus preguntas sin respuestas. 
Es un regalo a la paz interior, no exenta de ciertos simbolismos al lado oscuro y la reflexión. O a la nada más absoluta. Esa nada que, en verdad, se traduce en un todo de lo más enriquecedor.  
Los planos superpuestos en varias capas, como en la propia vida, es el origen del estadio superior que baja por la psique de colores cálidos, como un perfecto anochecer otoñal. De ahí que, en su búsqueda alternativa por encontrar las réplicas a sus inquietudes, se adentre, aunque sea con un pesimismo ávido de belleza, en las más variopintas de las escenas celestes.
Fuego, sombra y color. Materia, formas y comprensión de esas táuridas que nos invaden de vez en cuando, y nos conducen, de la mano de este artista tan ecléctico, a observar el cielo nocturno con una visión interiorista de lo que significa el pensamiento filosófico del arte y de la vida.